
Othón P. Blanco no debe ser ring para que los factores de poder de Morena diriman sus conflictos
CUANDO RESTAN MENOS DE 15 DÍAS DE CAMPAÑA ELECTORAL, LA SALA XALAPA DEL TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN determinó por unanimidad que el candidato a la presidencia municipal de Othón P. Blanco por MORENA y sus aliados, Luis Gamero Barranco, cometió violencia política de género en contra de su compañera de planilla Yensunni Martínez, lo cual implica que tendrá que ser remplazado en la contienda electoral en la que iba adelante.
Luis Gamero Barranco fue secretario particular del finado Hernán Pastrana, quien ganó las elecciones municipales pasadas y se alineó con la senadora cancunense Maribel Villegas Canché y tras su deceso fue sustituido por su suplente Othoniel Segovia.
A la hora de la definición de candidaturas para el proceso electoral actual, muchas personas levantaron la mano sin medir sus alcances y posibilidades, pero finalmente Luis Gamero fue el beneficiario de las gestiones y presiones de su madrina del norte de Quintana Roo. Muchos auguraron que su campaña no levantaría, sin embargo fue sumando algunos morenistas notables como Manuel Aguilar Ortega y Florentino Balam Xiu que entendieron que la contienda al interior había terminado, aún cuando no fueron favorecidos.
Sin embargo, el factor más importante para que los candidatos del MORENA, especialmente en el municipio capitalino, sean imbatibles, es la combinación del cariño hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador y la animadversión hacia el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, que ganó su cargo con el voto contundente y definitorio de Chetumal, pero una vez en el poder no supo tejer las alianzas locales necesarias e incluso llenó de foráneos sin sensibilidad social ni política, las oficinas públicas. Quebró el frágil equilibrio económico, ya a punto de quiebre desde el fatuo y frívolo gobierno de Roberto Borge, hoy preso por sus excesos.
Triste realidad la de Chetumal, la empobrecida capital del Estado, sin gobiernos que creen infraestructura necesaria, alienten y fomenten las actividades económicas. Con funcionarios estatales que viajan todos los fines de semana al norte turístico en el que radican y algunos como la secretaria de salud, Alejandra Aguirre Crespo, que cambió su residencia a Cancún. Y que decir de los delegados federales con sus séquitos, representantes de un centralismo caduco que contrasta con la buena voluntad de López Obrador, funcionarios que llegan los martes y retornan a la ciudad de México los jueves, luego de hacer sentir “su poder”.
En esas circunstancias, los programas sociales obradoristas y la fuerza de la figura de AMLO, el MORENA puede imponerse aún en las elecciones.
Aunque en Quintana Roo las directrices del partido guinda provienen del norte turístico por la circunstancia de que ahí radica el prominente empresario de frutas Rafael Marín Mollinedo, amigo personal, muy cercano del presidente de México. Y con él radican sus filias y fobias que han sido definitivas para que su protegida Anahí González, confidente de la alcaldesa de Cancún, Mara Lezama, sea primero regidora de Cancún, dirigente estatal del MORENA y actual candidata a diputada federal por el distrito dos con cabecera en Chetumal, que abarca los municipios sureños José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Othón P. Blanco, y cuyas comunidades desconoce hasta de nombre.
Un poco de conocimiento de la historia y geografía del Estado además de los fundamentos técnicos necesarios, nunca sobran, sobre todo cuando se hace política. La gente noble del sur por el cariño a López Obrador quizá haga ganar a Anahí González que representa lo que no debe hacerse en política, pero si pierde será la consecuencia natural de la insensibilidad, la soberbia, la baja calidad humana y la ignorancia de quienes la encumbraron.
En el escándalo actual por la candidatura de la presidencia municipal de Othón P. Blanco, Yensunni Martínez le fue impuesta como síndico a la planilla de Luis Gamero, aupada por la presidente de Cancún que busca su reelección, Mara Lezama, aunque deja entrever que cuenta también con el apoyo de Marín Mollinedo. Chetumal no es el ring para que Mara Lezama y Maribel Villegas diriman sus ambiciones.
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