Cada quien anda en lo suyo. Ni duda cabe.
LOS ASPIRANTES POR Morena a la gubernatura de Quintana Roo han intensificado sus actividades de muestreo y posicionamiento.
Todos quieren reflectores. Todos buscan que los ciudadanos los identifiquen como posibles candidatos.
Nadie, al parecer, tiene la bendición definitiva del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero todos saben que será él y solo él quien defininirá quiénes serán las tres mujeres y los tres hombres que se quedarán con las candidaturas a las seis gubernaturas que estarán en disputa el 5 de junio próximo.
Definirá el presidente de la República. Lo saben ellas y ellos. Por más que en público López Obrador diga que no interviene en las decisiones de Morena, su partido.
Acatará y dará formalidad a la decisión el presidente de Morena, Mario Delgado y su equipo. Y luego todas y todos quietecitos, disciplinados y obedientes.
Si alguna decisión ya está tomada, lo saben el presidente López Obrador y quizá Mario Delgado. Nadie más.
Entre los aspirantes, el tabasqueño Rafael Marín Mollinedo, quien se promueve como el mejor y más grande amigo del presidente López Obrador en Quintana Roo y como gran gurú de Morena en el estado, cada vez hace notar más que sí aspira y suspira, que sí le late la candidatura a gobernador de Quintana Roo. Que no es sólo si el presidente López Obrador se lo pide. Que sí quiere.
Ya tiene equipo recorriendo el estado, haciendo amarres, buscando adeptos. Igual que los demás.
Incluso el fin de semana reciente tenía reuniones programadas en Chetumal. Las canceló de última hora. El motivo fue la gira del presidente de la República a Oaxaca, donde Marín tiene que ver como mandamás del corredor del itsmo.
El senador José Luis Pech tampoco anda dormido en sus laureles. Se mueve aquende y allende las fronteras del estado.
En casa lleva años picando piedra, tejiendo fino, armando estructuras.
Fue el primer candidato de Morena a gobernador, a invitación del propio López Obrador. Entregó buenos números, suficientes para ser luego candidato al Senado.
Sabe el senador Pech cómo navegar en el turbulento mar de la política morenista.
Por éso llamó la atención un par de fotos que el senador Pech y el dirigente macional de Morena, Mario Delgado, subieron a sus respectivas redes sociales al coincidir en la asunción del nuevo gobernador de Nayarit.
En ambas el líder de Morena señala al senador.
En la red del senador, él hace la señal de la 4T y el líder de Morena lo señala. En la otra, en la distribuida por Mario Delgado, igualmente apunta hacia el senador.
Cuestión de señales. En política nada es casual.
Mara Lezama rindió su tercer informe en Benito Juárez. Más que verdemorenista, pareció paniperredista. Los elogios más numerosos fueron para el gobernador Carlos Joaquín. Cuestión, también, de señales.
Todos andan en lo suyo.
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