
Asuntos fuera de cancha generaron el desastre del equipo cancunense
AL IGUAL QUE su hermano mayor Pioneros de Cancún que fue un desastre en la Liga Premier, el hermanito de la Tercera División Profesional no se quedó atrás: pintaba para ser protagonista pues el material humano sobraba y ya tenía a su disposición los centros de formación que el vicepresidente Wily Páez presume como un logro personal.
David Alejandro Jácome Ocho, hoy desempleado, técnico con experiencia pero sin capacidad mental para ver el bien común del equipo, se la pasó en el limbo viviendo del pasado.
Perdió la calificación para jugar la liguilla por el ascenso porque se entercó en jugar algunos partidos a las 10 de la mañana y no ganó ninguno en ese horario. ”El cartel directivo” por estar ocupado en sus grillas personales nunca se enteró de la situación, le pasó de noche.
En las jornadas 8, 17, 18 y 21, en el horario matutino, de 12 puntos posibles ganó 4, dos empates y el punto extra, ante Campeche FC y Tulum FC, perdió con Deportiva Venados 0 a 3 y Cafecito 0 a 2; terminó con 29 puntos y la directiva bien, gracias.
La mala planeación del técnico Jácome con la complicidad del vicepresidente terminó por perjudicar al plantel, que bien pudo calificar, ya que terminó a 5 unidades de Corsarios de Campeche, que calificó con 34 puntos. Este error se carga al cuerpo técnico, asesores y directiva.
Una directiva que conoce de futbol no puede permitir que asuntos extra cancha sucedan en un club que se dice grande, y además no trabajan gratis.
¿Algún compromiso del técnico por las tardes para cambiar el horario?