
Se va reduciendo la todavía amplia ventaja de Mara; Leslie y Nivardo nada pudieron hacer en este período
Concluyó formalmente el período de precampaña hacia la gubernatura de Quintana Roo. Queda la percepción que de los cinco aspirantes sólo dos aprovecharon ese lapso para posicionarse entre los «militantes y simpatizantes» de los partidos que los postulan: Laura Fernández (PRD), que legalmente es la única que podía hacer precampaña por haber otro «precandidato» perredista registrado (¿alguien lo vio alguna vez?), y Roberto Palazuelos, que aunque fue precandidato único de Movimiento Ciudadano aprovechó para promoverse con amplio despliegue publicitario en redes sociales y mediante espectaculares, lo cual lo tiene en la tablita por actos anticipados de campaña, y hasta una medida cautelar le dictó el Ieqroo para exigirle el retiro de la publicidad cuando ya él había logrado el efecto deseado.
Sin duda quien mejores frutos obtuvo en este período fue la precandidata del PRD e inminente candidata de la coalición Va por Quintana Roo (PRD, PAN y CxQR), Laura Fernández, como indican encuestas que la sitúan de 12 a 18 puntos abajo de Mara Lezama, a pesar de que su posicionamiento como aspirante inició apenas en esta etapa del proceso electoral. Además, se notó una evidente convergencia hacia su precandidatura de grupos políticos que previamente se habían mantenido al margen o que apoyaban a la aspirante del Verde y sus aliados.
Palazuelos si bien creció en la precampaña también exhibió algunos de sus flancos vulnerables y ni siquiera es seguro que Movimiento Ciudadano lo siga manteniendo como candidato, aunque evidentemente es lo que más le conviene como partido pepenador, sin estructura y sin figuras para ganar votos.

Los demás:
Mara Lezama, inminente candidata del Verde, Morena, PT y FxM, sin la designación formal de precandidata poco pudo hacer para acrecentar su ventaja y más bien arrancó el período con su techo máximo de preferencia electoral, tiende a la baja y esa tendencia seguirá hasta el día de la elección.
Parte de la reducción de la ventaja de Mara Lezama se debe al alza de Laura Fernández y Palazuelos, y otra parte a la inestabilidad generada en su propio entorno: es decir, el excesivo protagonismo del viejo niño verde Jorge Emilio González Martínez, real dueño de la candidatura y por tanto único con poder de negociación y decisión, y la malograda operación cicatriz con los aspirantes morenistas que se quedaron en el camino, a pesar de la visible intervención del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Según se observa, es precisamente la soberbia y la cerrazón del viejo niño verde lo que ha impedido que Mara Lezama pueda negociar y concretar acuerdos.
Leslie Hendricks simplemente va cumpliendo la crónica de una derrota anunciada, aplastante, estrepitosa. Con los añicos que quedan del PRI su participación será apenas testimonial.
Nivardo Mena Villanueva, del MAS, apenas se hizo notar con su nominación formal. Ayudar a que la franquicia del MAS conserve el registro puede ser su mayor logro. Nomás.