Parece que en lo económico algunos triunfaron… lo deportivo, ¡a quién le importa!
LA TEMPORADA 2020-2021 fue un fracaso del tamaño del estadio Olímpico Andrés Quintana Roo para el equipo de futbol profesional Pioneros de Cancún. Me refiero a jugadores, utileros preparador físico, o sea del “topo” Moguel para abajo, que se llevó en el egocentrismo a jugadores locales, entrenadores y empleados de los centros de formación. Pagaron sus errores de planeación y de falta de objetivos.
Wily Páez, vicepresidente del equipo, como piloto de fórmula Uno se adelantó raudo y veloz a informar a la afición al futbol que Pioneros no tendría participación en la campaña 2020-2021, porque se gastó el billete con Carlos Bracamontes y refuerzos. Días después la presidente municipal Mara Lezama dio la cara y dio el visto bueno para la participación del equipo. Wily Paez cayó del pedestal que solo construyó con sus allegados.
La afición se quejó con justa razón que el equipo no tenía refuerzos de calidad, pero existió un grupo de jugadores que cobraban entre 20 mil y 30 mil pesos al mes, a quienes no tocaron a la hora de hacer recortes económicos en el plantel: los jugadores de casa pagaron el derecho de piso en conjunto con entrenadores, que siete meses después siguen esperando su aguinaldo.
Un disque promotor deportivo de nombre David Andrés Guzmán colocó un racimo de sus jugadores en Pioneros de Cancún, único equipo con el cual trabaja y cada quincena descontaba parte del sueldo de sus protegidos para dividir con Daniel, Wily y José. O quizás solo uno se quedaba con parte de la vaquita de los jugadores.
En los centros de formación, que son gratuitos, pasa lo mismo: se cobra a las señoritas y para hacerlo las sacan de su cancha habitual y se las llevan a otra para que nadie se dé cuenta; «el jarocho», hermano del «topo» Moguel, es quien cobra a lo chino 250 pesos mensuales.
Todo con conocimiento del vicepresidente del club, que no hace nada al respeto y deja que las niñas sean extorsionadas por «el jarocho» pionero.
¿Cuál fracaso? en lo económico triunfaron; lo deportivo, ¡a quién le interesa!
Hoy Cancún está en la cuenta regresiva para desaparecer 10, 9, 8… ¿Y sabe usted quién dará la cara de nuevo…?
¿Wily, José y Daniel, como cariñosamente les dice Omar, continuarán bailando y cantando al ritmo de Me está llamando Cancún?