
El sueño se esfumó tan rápido como llegó
Como en la canción, «quédate sentado donde estás/ hasta el final de la canción/… una noche de debut y despedida…»
Dice un pie de foto en redes sociales: El club Deportivo Yucatán se honra en dar la bienvenida a nuestro flamante Director Técnico que llevará las riendas del equipo…»
Aplausos, aplausos y más aplausos.
De repente, ring ring ring suena el teléfono, presidente del Club Raymundo Aguilar Loroño. ¿Sí? Aló. Bueno, a sus órdenes… Cuelga y grita que le hablen al che (Rubén Mur es argentino), que dice mi abuelita que siempre no.
Los aplausos, fanfarrias y las matracas callaron, los sueños de dirigir en la TDP se fueron tan rápido como llegaron. Que los empresarios que aportarían el billete quieren un entrenador del patio. Que los equipos y técnicos yucatecos de la tercera división lo bloquearon. ¡Vaya usted a saber!

Que la persona que prestó la franquicia se puso colorada cuando se enteró quien sería el estratega del equipo.
Lo cierto es que Raymundo Aguilar Loroño no tiene palabra.
El envío de longaniza y carne ahumada a Argentina será en otra ocasión.